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Irun es una ciudad moderna que bien merece una visita. Esta es nuestra propuesta para que puedan adentrarse en su cultura, su historia y en algunos de sus tranquilos parajes que invitan al paseo.
Irun fue asentamiento romano importante por su contacto con el mar, frontera y por las minas de plata y cobre en el ahora conocido como parque natural de Aiako Harria.(1) Este núcleo contaba con una necrópolis romana sobre la que se construyó la Ermita de Santa Elena (2) única Iglesia del siglo X datada en Gipuzkoa. Junto a ella se encuentra la Fuente de Santa Elena.(3)
El complemento ideal de esta parte del recorrido es el Museo Oiasso (4), organizador, a mediados de julio, del festival romano “Dies Oiassonis”, uno de los festivales internacionales más importantes en recreación histórica con numerosa participación ciudadana.
Si la visita es en verano, recomendamos tomar un trenecillo que les llevará hasta los Hornos de Irugurutzeta (5) y, desde allí un breve paseo hasta la Cascada de Aitzondo (6), la más alta de Gipuzkoa.
De regreso al centro de la ciudad, la plaza San Juan donde se ubica el bello edificio del Ayuntamiento (7) del siglo XVIII y la Columna de San Juan Harri (8) que data de 1564.
No muy lejos de la plaza se encuentra la Iglesia Santa María del Juncal (9), del siglo XVI y en el camino a ella podrán contemplar el Palacio de Arbelaitz (10), del siglo XVI.
Para los amantes de la naturaleza el Parque Ecológico de Plaiaundi (11), uno de los humedales más importantes del País Vasco, enclavado en la desembocadura del río Bidasoa, por el que se puede dar un relajante paseo entre sus senderos de más poco más dos kilómetros.
Desde este paraje se domina, de un simple vistazo, la bahía de Txingudi con Hondarribia a un lado y al otro Hendaya. No se marchen sin echar una mirada a la Isla de los Faisanes (12), en el río Bidasoa, cerca de Behobia. Un islote cuya soberanía es amistosamente compartida entre Francia y España pues toca territorio tanto de Hendaya como de Irun. En 1660 se firmó en esta isla el Tratado de los Pirineos sellado con una boda real, al casarse el rey francés Luis XIV con la hija del rey español Felipe IV, María Teresa.
Al otro extremo de la ciudad, en el barrio de Anaka, lindando con Hondarribia y frente al campo de Golf, se encuentra el Complejo Hidráulico de Urdanibia, con su Palacio (13) del siglo XVI, Molino (14) y restos de la antigua ferrería.
Si lo que buscan es una vista panorámica de la desembocadura del Bidasoa, Irun, Hondarribia y Hendaya, pasando por las ruinas del castillo de Gaztelu-Zahar (15), una carretera les llevará hasta el monte San Marcial donde, a lo largo de la historia se produjeron acontecimientos y batallas de gran relevancia, como las que tuvieron lugar en 1522 y 1813.
Para conmemorar aquellos hechos, el 30 de junio los iruneses disfrutan de su fiesta grande: el Alarde de San Marcial.
Como complemento a las visitas anteriores les invitamos a acercarse a las poblaciones vecinas de Hondarribia, Hendaya (Iparralde) o Bera (Navarra) recreándose en los ambientes bien diferenciados en cada una de ellas.
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