Finalizada la última guerra carlista (1872-1876), el ejército español levantó entre Erlaitz y Endarlatza una serie de fortificaciones, al tiempo que inició las gestiones para la construcción de un cuartel en Irun.

Pabellones del cuartel militar de Elizatxo, construido en el solar ocupado actualmente por los Institutos Pío Baroja y Bidasoa. Fue utilizado como cárcel durante la Guerra Civil y los años posteriores a la misma.

(Archivo Municipal de Irun).

De este cuartel ofrece abundante información Antonio Aramburu en su libro “Los siete barrios de Irun”.

Aún cuando durante algunos la casa consistorial sirvió como acuartelamiento, no fue hasta 1876 cuando se proyectó la construcción de uno nuevo.

Como primera opción pensaron en los terrenos de la parte alta de Artaleku, donde estuvo el fuerte de conocido como ‘El Parque’, pero las negociaciones con los propietarios no prosperaron.

Fue en 1890 cuando, a raíz de un contrato entre el Ministerio de la Guerra y el Ayuntamiento, este último adquirió unos terrenos para cederlos al Ejército.

El lugar elegido fue la zona (6.500 metros cuadrados),  próxima al caserío ‘Errementari’, en el solar ocupado actualmente por los Institutos Pío Baroja y Bidasoa.

En 1892 las obras, del que pasó a denominarse cuartel de ‘Elizacho’, tocaban  a su fin, pero faltaba la acometida de aguas, precisamente en una época de escasez del líquido elemento. 

A raíz de este hecho surgieron algunas desavenencias entre el Ayuntamiento y el Gobierno Militar de Gipuzkoa.

El entonces alcalde Nicolás Guerendiain propuso que el cuartel tomara el agua de la fuente de ‘Txumillaerreka’, pero no era de propiedad municipal, por lo que el consistorio tuvo que ceder y finalmente conceder el suministro de agua de consumo público, no cobrándose los cuatro primeros metros cúbicos.

El Gobierno recurrió y nuestro Ayuntamiento tuvo que modificar el acuerdo: noventa litros por soldado y día, de los cuales dos metros cúbicos deberían ser gratuitos por compañía y día; eso sí, condicionado en cortar el suministros en caso de no pagar el exceso.

Para cerrar la historia (y el cuartel) recurrimos al R. D. de fecha 19 de marzo de 1919, en el que se dice que el Consejo de Ministros, a propuesta del de Hacienda, “decreta ceder gratuitamente al Ayuntamiento de Irun, los cuarteles y terrenos denominados de Elizacho”.

‘Ceder no, más bien devolver’, apuntaron algunos vecinos, ya que el legítimo propietario del terreno siempre fue el Ayuntamiento de Irun.

Antiguos cuarteles de Ventas.

(Archivo Municipal de Irun)

Algunos años más tarde la historia se repitió. Los cuarteles de Ventas, que fueron construidos a mediados de los años 40, estuvieron en funcionamiento hasta 1993 y pasaron de manos del Ministerio de Defensa a las del Ayuntamiento de Irun después de un litigio en los tribunales.

El municipio había cedido en 1943 al llamado "ramo de guerra", 28.818 metros cuadrados de terrenos de los pertenecidos de los caseríos "Otazpi" y "Otazu", destinados a la construcción de los cuarteles.

El desmantelamiento de las instalaciones, en marzo de 2003, fue el primer paso para la rehabilitación del entorno.