En tiempos pasados estas minas, situadas en el barrio de Olaberría, tuvieron gran importancia en la vida económica en Irun.

Minas de San Narciso en plena explotación. Año 1913.

(Blog Mineralogía Topográfica Ibérica)

Comencemos por aclarar que San Narciso no era el nombre de una mina determinada, sino el lugar donde existía un caserío con ese nombre. La boca de mina principal era conocida como San Nicolás.

Las primeras explotaciones estas  minas eran familiares, y de ellas hay referencias de 1828 en el Archivo Municipal, hasta que llegaron las grandes compañías: la “Bidasoa Railway and Mines Ltd.” y sobre todo, la “Real Compañía Asturiana de Minas”.

La explotación a gran escala de San Narciso tuvo lugar a partir de 1857.

En el filón explotado, 100 Tm. daban 2 a 3 de galena y 1,5 kg. de plata por Tm. de mineral enriquecido.

El pozo vertical llegó a tener 330 metros de profundidad.

Cuenta el historiador local Antonio Aramburu que, posiblemente, para el traslado del mineral empleaban carros tirados por bueyes que llegaban hasta la estación del Norte. (El ferrocarril llegó a Irun en 1863).

Pero todo hace pensar que el destino final de gran parte del material obtenido era la “fábrica de plomo” que la propia “Real Compañía Asturiana de Minas” tenía en Rentería.

Se trataba de una de las más importantes explotaciones industriales de la provincia, ya por el gran número de edificios, talleres, hornos y demás elementos materiales de que disponía, como también por el número de obreros que ocupaba, cercano a los 200.

Fundada en el año 1833, se dedica principalmente a la elaboración del plomo y plata,

Boca de la mina San Nicolás, actualmente cegada.

Ruinas del torreón de Elatzeta.

Actualmente pueden verse aún los restos del complejo minero de San Narciso, a unos 700 m. al Sur de las ruinas del torreón de Elaiza/Elatzeta.

En el entorno se aprecian galerías de época diversa, algunas de ellas de siglos anteriores.