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Cuesta creer que esta máquina calculadora hubiera sido fabricada en 1847 en una herrería de la calle Larretxipi.
Se trataba de un gran invento de la época: el teclado aritmético.
Fue presentado a los Reyes de España, a la Academia de Ciencias y al Conservatorio de las Artes de Madrid, cuyo director ofreció al inventor su colocación en dicho centro, pero rechazó abandonar su pueblo natal. Cuando regresaba de la Corte a Irun, un incendio del carro que lo transportaba destruyó el prototipo.
Qué me dicen de este otro invento nacido también en Irun: el calendario gregoriano perpetuo que fue comercializado. De su funcionamiento sabemos que, al fijar el año, aparecían unas ventanillas los días de la semana y las fiestas móviles de ese año.
Hubo más. Un instrumento mecánico para calcular la superficie de cualquier figura sin medir con el compás las bases ni las alturas y sin hacer ninguna operación aritmética.
Instrumento del siglo XIX conocido como planímetro, para medir superficies irregulares.
Y un mecanismo para calcular instantáneamente la correspondencia de todas las pesas y medidas de Guipúzcoa y las principales del extranjero con las del sistema métrico decimal.
Además fue el autor del proyecto del paseo de Colón (1861-1865) y del primitivo trazado del ferrocarril del Bidasoa.
Paseo Colón. Año 1908. (Archivo Municipal de Irun).
El autor de todos los inventos y proyectos citados fue sin lugar a dudas el irunés más ilustre en el campo científico y en la investigación del siglo XIX: Policarpo Balzola Iparragirre. Nació en Irun el 26 de enero de 1813. Perito agrimensor, matemático e inventor, fue secretario del Ayuntamiento en varias ocasiones entre 1837 y 1868 y procurador de Irun ante las Juntas Forales. Era caballero de la Orden de Carlos III y poseía la encomienda de Isabel la Católica, distinciones recibidas por sus relevantes méritos. A él se debe la organización tributaria municipal y provincial de Gipuzkoa. Falleció en Irun el 1 de febrero de 1879.
Fuente: Boletín de Estudios del Bidasoa. LUKT
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