AQUELLOS ALARDES |
Ordenadas, más o menos, en orden cronológico, he aquí algunas curiosidades que hemos encontrados de los antiguos “alardes”.
Curiosa imagen de alabarderos con cantinera, tras su paso por la puerta de Santamaría, en Hondarribia. Año 1919.
El primer alarde de Irun se celebró en 1523, al año siguiente de la célebre batalla. De “general” fue don Lope de Irigoyen, uno de los capitanes que contribuyeron a la victoria.
En un documento del año 1652 se dice que “en los alardes de Irun salen con sus mosquetes, picas y arcabuces, 400 hombres”.
Antiguamente, los hombres que realizaban los alardes, pertenecían a la milicia activa del pueblo que hacía de fuerza de choque en las invasiones.
Hubo un tiempo en el que se hacían en Irun dos alardes al año. El principal era el de San marcial; un segundo alarde en el que participaban solo muchachos, se celebraba el día de San Gregorio. Tenía por objeto el adiestrarles en el manejo de armas.
El 18 de mayo de 1773 el concejo de Irun acordó “que todos los vecinos y moradores, desde la edad de 20 hasta 60 años, levanten armas y concurran al dicho Alarde sin excusa alguna”
En el año 1853, el Ayuntamiento de Irun “en razón de haber muy pocas escopetas de caza” para hacer el alarde, acordó pedir al Comandante General unos cien fusiles. También solicitó, como era costumbre, a la plaza de San Sebastián, un cañón para las salvas de San Marcial.
Hasta principios del siglo XX, tomaban parte en el alarde de Irun una o más compañías de Fuenterrabía.
El año 1919, Fuenterrabía añadió a su típico alarde una compañía uniformada como en 1638, año del célebre sitio. Fue capitaneada por D. Angel Fernández de Casadevante, natural de Fuenterrabía, que fue alcalde de Irun en 1926.
Fuente: Boletines Luis de Uranzu Kultur Taldea
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