ASTILLEROS |
|
Los antiguos “astilleros” de barcos de madera que hubo en Irun no pasaban de ser una simple grada inclinada que terminaba en una tejavana de madera, sin paredes que protegieran a los carpinteros de las inclemencias del tiempo. Al parecer, la mayoría de ellos se encontraban en el lugar conocido como “Istillago”, cerca de la iglesia del Juncal.
"Botadura" de un gabarrón en un antiguo astillero. (Archivo Municipal de Irun).
Lo más destacable sobre la actividad astillera en la cuenca del Bidasoa es la ausencia de citas documentales.
Antxon Aguirre Sorondo, (1946-2014) historiador y antropólogo, creía haber encontrado la respuesta. Se basaba en documentos de 1495, remitidos por los Reyes Católicos al capitán Diego López de Ayala, alcaide de Fuenterrabía, solicitándole haga todo lo posible por destruir varias "carracas" que por entonces se fabricaban en las costas vecinas de Francia.
En otros documentos se dice que en 1589, se botó en esta villa de Irun un barco de “600 toneles machos” para cuya terminación, como de costumbre, se remolcó al puerto de Pasajes.
El historiador Lope Martínez de Isasti aseguraba, allá por 1625, que en Irun “se fabrican muchos navíos en sus astilleros con materiales de su territorio”.
En el siglo XVII, D. Antonio de Gaztañeta, ingeniero naval, proyectó un astillero en Irun, pero no se llevó a efecto su realización. Por su posición fronteriza, ni Irun ni Hondarribia eran enclaves propicios para la construcción de naves, habida cuenta del riesgo permanente de que un ataque por sorpresa de los vecinos (y tan a menudo enemigos) franceses pudiese destruir el trabajo de varios meses
Durante la Segunda Guerra Mundial (1914-1918) se proyectaron varios astilleros para el montaje de pequeños barcos mercantes. Vestigios de uno de ellos quedaron entre el puente internacional del ferrocarril y el del puente popularmente conocido como “El Topo”.
Fuentes:
|
