RIADA


En el Archivo Municipal de Irun se encuentran algunas imágenes que recogen las inundaciones de 1933, pero la mayor  y más trágica que se recuerda es la que se produjo en la mañana del 2 de junio de 1913.

 

 

Aspecto que presentaba la calle Uranzu durante las inundaciones de 1933.

(Archivo Municipal de Irun)

 

Una gran tromba de agua que descargó en las inmediaciones del monte Izpegi, después de arrasar bosques, campos y puentes, derribó cerca de un centenar de viviendas desde Errazu hasta Endarlaza.

 

El río Bidasoa, con sus crecidas aguas, inundó la parte baja de Irun y toda la ribera de Biriatou, Hendaya y Hondarribia.

 

Atemorizados por los avisos, vía telégrafo, que llegaban de Bera, los vecinos de Behobia evacuaron las casas más próximas al río y los de las calles Uranzu, Santa Elena, Junkal, Santiago y adyacentes, fueron desalojando las plantas bajas.

 

A las cuatro de la tarde las aguas cubrían la carretera Endarlaza-Irun, con metro y medio sobre el nivel de dicha carretera.

 

El Bidasoa, salido de su cauce, arrastraba además de árboles y enseres de las casas arrasadas, imágenes religiosas y hasta confesionarios y, sobre todo, un gran número de animales ahogados: cerdos, vacas, ovejas, caballos…

 

Dado que la tromba cayó en un monte de la divisoria con Francia, produjo también grandes destrozos en algunos pueblos de Iparralde.

 

Uno de los pueblos fue Saint Etienne de Baygorry, quedando destruido el cementerio, cuyos ataúdes y restos humanos se encontraron más tarde lejos del pueblo.

 

Fuente:

Semanario “El Bidasoa” 11-VII-1959.