De entre los numerosos Hijos Predilectos que a lo largo de la historia han sido nombrados en nuestra ciudad, cabe destacar al ingeniero Ramón Iribarren Cabanilles, nacido en Irun en 1900.

Vista desde la carretera del faro, antes de la construcción del espigón de Hondarribia.

En 1958 el Ayuntamiento de Irun acordó declararle “Hijo Predilecto de la Ciudad”.

Anteriormente había sido declarado “Hijo adoptivo de Hondarribia”.

Los nombramientos anteriores obedecen, por parte irunesa, a su participación en las obras de encauzamiento de la regatas de Olaberría y Artiga, que pusieron fin a las inundaciones que padecía la zona baja de Irun.

En 1935 redactó el proyecto para el aeropuerto de Irun.

Años más tarde realizó los planos para la ampliación del colegio La Salle-San Marcial.

Por parte de Hondarribia, el proyecto del espigón  junto a su playa, cuya construcción duró más de cinco años.

La primera piedra se colocó en 1949 y la obra finalizó en 1955.

Tiene una longitud de 1.100 m., unos anchos de 40 m. en la vase y 9 m. en el dique.

Se estima que el peso aproximado del espigón es de 300.000 Tm.

El coste aproximado fue de 18 millones de pesetas.

El curriculum  de Ramón Iribarren es impresionante. A los 21 años ingresó en la Escuela de Caminos, Canales y Puertos, terminando sus estudios como número 1 de su promoción.

Fue reconocido como ingeniero a nivel mundial y entre sus numerosos cargos destacamos el de Ingeniero Director de Puertos de Gipuzkoa, Consejero de Obras Públicas desde 1939 y Miembro de la Academia de Marina de Francia desde 1955.

Además de los proyectos de construcción de muchos puertos guipuzcoanos, la U.S. Navy le encargó el proyecto para la base americana de Rota, en Cádiz.

Espigón cuando se llevaban construidos 140 metros. Año 1950.