URDANIBIA
Por los restos de piedras que todavía quedan en el lugar, podríamos aventurarnos a apuntar que el antiguo puente de Urdanibia podría ubicarse no muy lejos de donde se encuentra la pasarela de la imagen. Al fondo, entre árboles, pueden apreciarse el Palacio de Urdanibia y el viejo molino. El Urdanibia en la actualidad no es más que un simple riachuelo, debido a que las nuevas reurbanizaciones le han ido modificando sus naturales cauces, estrechándolo incluso peligrosamente en alguno de sus tramos. Por eso, muy de vez en cuando saca a relucir su “carácter” de antaño y, si coinciden intensas lluvias con grandes mareas, vuelve a ser lo que fue, el río Urdanibia que, aunque modesto, es todo un afluente del Bidasoa. El viejo puente, tras sucesivas riadas fue rápidamente reconstruido. Por citar algunas de sus primitivas reparaciones damos noticias de las obras realizadas por Pedro de Ibargoyen, en 1744. Nada menos que 21 reales de plata costó su reconstrucción en piedra. Otra de 1751, en la que sale a remate la recomposición del puente. La llamada comisión del Camino de Fuenterrabía, perteneciente al ayuntamiento de Irun, realizó 1842 un estudio para la construcción de un nuevo puente sobre el río Urdanibia.
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