OTEIZA EN IRUN
Tras leer detenidamente el
libro que en el año 2003 fue promovido por
Luis de Uranzu
Kultur Taldea “Oteiza en Irun 1957-
Los que tuvieron la suerte de conocer a Oteiza en plena actividad comentan que, dependiendo del aspecto de su ropa de trabajo, podía deducirse si había estado tallando sus obras en piedra en el almacén de los hermanos Celaya, por la nube de polvillo blanco que desprendía.
Si aparecía manchado de grasa es que había frecuentado los talleres de Luis Romero y sus operarios, en aquella calderería que tuvieron primero en la calle Cipriano Larrañaga, luego en el Barrio de Anaka -entre los años 1960 y 1974- y finalmente en Behobia.
Allí realizaba sus pequeñas esculturas en planchas de hierro de diferentes espesores , que luego ennegrecían bañándolas en aceite muy caliente. Trabajaron también en aluminio.
Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que algunas de sus esculturas fueron materializadas en los Talleres Romero , en Anaka, donde Oteiza tuvo dos excepcionales ayudantes, Eugenio Luna y Juanmari Romero.
Las de Oteiza no fueron las únicas esculturas que se crearon en los mencionados talleres. "Los sonidos del txistu", del hondarribiarra Remigio Mendiburu, fue otra de las obras que allí nacieron y que puede contemplarse en la Avda. de la Libertad de Donosti .
Foto derecha: Oteiza con uno de sus habituales colaboradores en Talleres Romero, Eugenio Luna LA CASA DE OTEIZA Y BASTERRETXEA EN IRUN
Se encuentra en estado ruinoso al final de la Avda Iparralde. Llena de añadidos y mal cuidada. Pasa desapercibida y es una casa con alma artística sobre la que pende el riesgo de demolición desde que el departamento municipal de Urbanismo trató de salvarla en 2001. El inmueble fue ideado en 1957 por el arquitecto guipuzcoano Luis Vallet por encargo de los escultores Jorge Oteiza y Néstor Basterretxea, que mantuvieron allí su vivienda y su lugar de trabajo durante cerca de una década. Es posible que ambos artistas pudieron tener cierta intervención en el diseño del edificio, aunque no existe documentación que lo acredite con absoluta certeza. Lo que es seguro es que Oteiza y Basterretxea vivieron y trabajaron en el inmueble. Desde el abandono de la casa por parte de los dos artistas a mediados de los 70 se han sucedido usos múltiples y no relacionados con el uso originario: empresas de transportes, una tienda de alimentación, un bar restaurante, una productora audiovisual y un club de alterne. Esto ha provocado modificaciones despreocupadas del valor arquitectónico del edificio que han alterado su esencia. Desde el cierre del club de alterne por parte del Ayuntamiento bajo petición del vecindario el edificio fue tapiado y no ha habido ocupaciones ilegales hasta el día de hoy.
EL MUSEO
El Barrio de Anaka estuvo también a punto de ser depositario de buena parte de la obra de Oteiza y de otro artista genial, Néstor Basterretxea. En junio de 1982, la Administración de la Comunidad autónoma de Euskadi pasó a ser la titular del palacio de Urdanibia, con su molino, ruinas de la antigua ferrería y terrenos circundantes. Un año más tarde, por iniciativa del aparejador Manuel Izaguirre, se elaboró un proyecto para la inauguración de un "Ekomuseo", Museo de Artistas Contemporáneos, que albergaría obras de Jorge Oteiza y Néstor Basterretxea, quienes estaban dispuestos a donar una parte importante de sus creaciones. Hasta un total de 45 esculturas y 250 maquetas de pequeño tamaño estaba previsto quedaran en el museo. En aquella fecha, Oteiza tenía 74 años y Basterretxea 58. El Gobierno Vasco, tras invertir una importante suma de dinero en adaptar el palacio al museo que se pretendía instalar, colocó junto a su portalón el letrero de “Museo-Museoa” que durante años se mantuvo y que luego fue retirado. Cuando todo parecía acordado, a falta tan solo de la firma del consejo de Economía y Hacienda, el proyecto se abandonó sin mediar más explicaciones. Así fue como Irun se vio privado de un legado artístico tan importante y de un patrimonio cultural que a lo largo de los años ha ido deambulando hasta encontrar su asentamiento definitivo en Navarra. LA IKASTOLA
El tercer episodio de Oteiza tuvo que ver con la actual ikastola Txingudi de Irun, cuyo edificio, junto a la regata de Jaizubia, fue construido en los años setenta con aportaciones populares. Oteiza y Basterretxea habían ofrecido sendas esculturas para su ubicación en la mencionada ikastola. Cuando el edificio estuvo prácticamente terminado, con casi todos los gremios presentes afanándose en los últimos detalles, llegó Oteiza, se detuvo a unos cien metros de la construcción y espetó: “Pero, ¡qué es esto!. ¿Un edificio fascista? ¿Mussoliniano? ¿Para qué son esas terrazas? ¿Para que... "(no nos atrevemos a reproducir el resto del comentario) Para terminar, completamente excitado, añadió: “¡Este edificio tiene frente y espalda, el vasco no tiene espalda, todo él es frente!” Y se marchó del lugar. OTEIZA Y LUIS TOLOSA
Un ilustre irundarra vecino de Anaka, Luis María Tolosa "Soroxarta" que le conocía muy bien, dijo de él: "Cuando miramos una carretilla, ya está Oteiza imaginando un avión a reacción". En la que fue tal vez su última entrevista concedida al entrañable J.L. Seisdedos del Diario Vasco en 1974, y cuando Oteiza estaba a punto de retirarse manifestó: "La única forma de vivir hoy es haciéndose el muerto". Genio y figura... SUS ESCULTURAS EN IRUN
"Arista vacía". Se encuentra en la plaza J.R. Amunárriz, junto al Palacio de Justicia en la Avda. de Iparralde.
"Estela" en el Puente Internacional. Fue colocada en 1971.
JORGE DE OTEIZA EMBIL (Orio 1908 – Donostia 2003) Se le considera uno de los máximos exponentes de la Escuela Vasca de Escultura. Inició su actividad artística en San Sebastián en los años 20, en contacto con los jóvenes que desarrollaban la vanguardia artística en su ciudad, con obras escultóricas influidas por el cubismo y el primitivismo. En 1934 viaja a Sudamérica donde permanece hasta 1948, sorteando la Guerra Civil Española. Durante años se dedicó también a la labor docente como profesor de cerámica en la Escuela de Cerámica de Buenos Aires. En este periodo escribe dos textos fundamentales para la comprensión de su proyecto artístico. A su regreso a España, se le concede por concurso la realización de la estatuaria para el friso y la fachada de la Basílica de Nuestra Señora de Arantzazu (1949-51). La Iglesia prohíbe los trabajos, retrasando su conclusión a 1968. Jorge Oteiza expuso en la Bienal de São Paulo de 1957 siendo un completo desconocido. Junto al escultor vasco expusieron en el pabellón español nombres que significaban la renovación más radical, como Antoni Tàpies entre otros. La obra fue presentada por Oteiza tenía por título “Propósito experimental 1956-1957” En 1959, por entender que había alcanzado a su fase conclusiva, decide abandonar la actividad escultórica. Durante los 60 y 70 Oteiza investiga la lengua vasca y las manifestaciones populares de su pueblo. En 1963 publica "Quousque tandem…!", ensayo de interpretación del alma vasca. En 1969, Oteiza funda la Escuela de Deba con el fin de poner en práctica sus ideas, trabajos críticos y teóricos que se completan con la poesía. En 1992 donó su legado al pueblo de Navarra. Tras su muerte, en primavera de 2003, abrió sus puertas al público la Fundación Jorge Oteiza, en la localidad de Navarra de Alzuza, ocupando lo que fue su casa y taller.
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