La casa del Baron de Oña, conocida popularmente como Martindozenea, debió pertenecer a Martín de Aoiz, personaje irunés del siglo XVI y sus descendientes, a tenor, posiblemente de la propia etimología de la palabra.
La casa antes de la restauración. La fotografía está tomada después del fallecimiento del Barón de Oña. En ella puede apreciarse el crespón negro, recogido, en señal de luto, que cubría el escudo de la fachada. (Archivo Municipal de Irun. Cortesía de Sagrario Arrizabalaga).
Tras su primer propietario, pasó luego a ser de la poderosa familia de los Olazábal y en el siglo XVIII fue adquirida por el barón de Oña, aunque no fuera su morada habitual, posiblemente por encontrarse en aquella época en un descampado, en las afueras del núcleo urbano. Según el historiador Antonio Aramburu, el barón residió en el número 3 de la calle Mayor, en la casa conocida como 'Baroyarena' la casa del barón, donde habitó hasta el 16 de enero de 1861 que fue destruida por un incendio.
Construido en 1769 es un edificio de interés histórico debido a sus orígenes, ya que fue mandado construir por Juan José de Montalibet Iturribalzaga, primer Barón de Oña, cuyo padre fue corregidor del Potosí en Perú, y ha estado ligada a este título hasta finales del siglo XX.
Años más tarde la finca fue adquirida por el Ayuntamiento.
Se trata de una construcción inspirada en los caseríos típicos del País Vasco.
La casa está rodeada de un gran jardín, protegido por una verja de hierro forjado con dos machones de sillería en la puerta muy bien decorados.
La finca tiene una superficie de 6.597 m2 y acoge plantaciones de arbolado de gran porte: tilos, chopos, plátanos y otros de reciente plantación, así como varios macizos arbustivos.
A comienzos del siglo XX, gran parte de la finca de Martindozenea fue adquirida por los Hnos. de la Escuelas Cristianas, donde construyeron el noviciado de la fotografia. (A.M.I.)
En la actualidad la casa del barón de Oña es la sede del 'Gazteleku', albergue municipal. Se encuentra a la salida de Irun, junto a la antigua N-1, en la ruta del Camino de Santiago que discurre por la costa. Es una moderna instalación diseñada al servicio de alberguistas, familias, asociaciones, centros escolares, grupos deportivos, etc. Dispones de seis amplísimas habitaciones con capacidad total para 60 personas.
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