Se documenta en el siglo XV y fue reedificada en 1612, conjuntamente con el palacio de Urdanibia que se encuentra junto a las instalaciones de la Hípica.
En la imagen de arriba, edificio Olaetxe, construido sobre los restos que pudierton ser el taller de la ferrería. En la imagen de abaho abajo, restos de la antigua ferrería.
Formaba parte de lo que fue un interesante complejo industrial hidráulico vinculado también a la casa de Urdanibia.
Los restos que se conservan pueden asociarse a los prototipos de los siglos XVII y XVIII, que compaginaban la existencia de una ferrería mayor dedicada a la fundición de mineral para fabricar tochos de hierro, con una herrería menor para forja como clavos, bisagras y cerrojos. En 1738 la ferrería estaba alquilada a Salvador San Martín, vecino de San Juan de Luz, quien a su vez encargó de la misma a Francisco Irazoqui. Años más tarde se cita como ferronero a Rafael de Larralde, que fue denunciado por vender vino en la ferrería. Además de la de Urdanibia existían en Irun las de Aranzate e Ibarrola y Aranguren, y tres martinetes en Altzubide-Olacho, Ibaeta y Aranguren. Desde1629 todas ellas se alimentaban principalmente del coto minero de Irun, si bien para obtener determinados tipos de hierro se utilizaba mineral traído de Vizcaya. En las ferrerías de Irun se fabricaba fundamentalmente clavazón, aros, bisagras, cerrojos y herrajes para edificios.
Dibujo de una antigua ferrería. Enciclopedia de Diderot y d'Alembert
El aspecto bucólico que ofrece la foto contrasta con el
estado actual del edificio. No se trata de un antiguo caserío, ni tampoco de
una vivienda al uso, dado que no hemos encontrado ninguna referencia durante nuestra infructuosa
búsqu Forma parte del conjunto monumental que componen el palacio, el molino de Urdanibia y lo restos de la antigua ferrería que se encuentra en el Barrio de Anaka, junto a las instalciones de la hípica . Se trata de un edifico exento, aunque todo hace suponer que antaño estuvo unido al acueducto que llevaba el agua al molino, tal y como puede apreciarse por las ménsulas y restos existentes de un edificio adosado en su fachada sur donde posiblemente se encontraba el martinete, accionado por el mismo caudal de agua que movía el molino que se encuentra a escasos metros. Está construido de mampostería, es de planta rectangular, con una esquina achaflanada y un tejado a dos aguas con caballete paralelo a la fachada. La fachada principal está orientada hacia el este y es de tres alturas. La segunda, que tiene el aspecto de haber sido utilizada como vivienda en algún tiempo, tiene una solana abalconada, y en la parte opuesta el tejado se prolonga conformando un cobertizo sobre tres postes. En la actualidad presenta un estado decadente y a duras penas se mantiene en pie de no ser por el apuntalamiento general del que ha sido objeto. Nuestro deseo es que las autoridades competentes dispongan lo necesario para que tan emblemático edificio, que forma parte de la historia de Irun, no se venga irremediablemente abajo.
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