DESANEXION DE ANAKA

Disgregación, desanexión, secesión, desmembración…

A riesgo de no utilizar la palabra adecuada digamos que Anaka se “separó” de Lapitze hace ahora aproximadamente doscientos años.

Tampoco hemos encontrado las causas de tan "histórico" acontecimiento. Es posible que los regidores municipales de entonces consideraran que Lapitze era demasiado grande o quizá fueron  las presiones de algunos “anakatarras” con ideas “secesionistas” las que originaron semejante episodio.

Bromas aparte todo hace pensar que fueron otros los motivos, como el control administrativo, forestal o motivos económicos.

Para contextualizar un poco, sería algo así como una de las actuales asociaciones vecinales, que no buscaba un único fin sino una serie de reivindicaciones comunes a su núcleo de población (acceso a sus  viviendas, cuidados del entorno, carreteras y caminos vecinales, etc...)

Es posible que también hubieran tenido en cuenta la densidad de población, pues a mayor número de vecinos, más fuerza ante el ayuntamiento.

Lo que parece claro es que Anaka quiso tener desde antaño, aunque modesta, una entidad propia. Para confirmarlo con algún dato de interés diremos que, desde 1853 hasta el final de nuestra segunda república, en 1931, Anaka ya tuvo su propio Alcalde.

Pero volvamos al “nacimiento” de Anaka.

 

 

                       Proceso de desanexión partiendo de cuatro barrios, luego seis y siete en la actualidad.

 

Urgando en el Archivo Municipal de Irun encontramos que, en 1595, aunque Anaca no estaba ni mucho menos considerado como barrio, en los libros de cuentas municipales de aquel año se cita a Esteban de Tompes que plantó 24 robles en el término de Anaca.

En 1637 Catalina de Leguia aseguraba la pertenencia de un caserío de su propiedad en Anaca. En 1648 se tiene noticia del fallecimiento de Juanes de Aristi Puyana del que se dice vivía en Anaca. En 1661 se encarga a Juanes de Ibargoien el cuidado de las plantas de robles en el puesto de Anaca. Otro de los apuntes de las actas municipales de 1694 se refiere a un vivero de árboles que había en Anaca. En 1700 se ordena se corten los castaños de Anaca para plantar robles. En 1762 varios vecinos son multados por cortes indebidos en el robledal de Anaca.

Hay otras muchas más, casi todas relacionadas con los montes comunales de Irun y sus cuidadores a lo largo del siglo XVIII, en las que se cita como "barrio" a Anaca, aunque no lo fuera realmente.

En 1716, con motivo de un decreto relativo a la venta de sidra, se dice que los tres únicos barrios de la Universidad son, Lapice, Ergoien y Vidasoa. No está muy claro lo de Ergoien, ya que en otros documentos de la época se cita  Ergoien–Meaca  o Ergoien-Olaberria.

También en uno de los estudios realizados por el clero local sobre el número de habitantes de Irun en el año 1777, se vuelve a nombrar como "barrio", no solo a Anaca, sino a otros enclaves como Behobia, Bidasoa Aguinaga-Saroya, Aranzate, Meacar, San Antón, Olaberría, Alchigor, Calvarios, Lapize, Ventas, Urdanibia y Mendelo. Incluso el de Adeso, que se encontraba en el límite con Gainchurisqueta.

Sin embargo, la prueba más evidente de que Anaca no estaba reconocido oficialmente como barrio en aquella época, es el escrito que, en 1785, el Ayuntamiento de Irun envía a la Academia de Historia, en el que se dice que los únicos barrios de Irun son: Bidasoa, Lapize, Olaberría y Meacar.

Fue en los comienzos del siglo XIX, tras la invasión napoleónica, cuando Anaca comienza a figurar como barrio, junto con Ventas, al “desmembrarse” ambos del primitivo Lapize.

Años más tarde fue Behobia que en 1887 se separó de Bidasoa para dejar Irun definitivamente repartido en los siete barrios tradicionales que conocemos actualmente.

Como puede observarse en los gráficos superiores, hasta 1887 Anaka tuvo límites con el resto de los barrios.

Aunque no siempre estuvieron las lindes muy marcadas.

Cuando se revisaron las delimitaciones con motivo de la exención de Irun con Fuenterrabía, en 1766, los límites abarcaban desde Urdanibia hasta  el puente de Amute siguiendo el curso de la regata.

Los de Anaka no tratamos de reivindicar nada. Simplemente repasamos la historia.

 

 

Ante cualquier discusión que pudiera suscitarse sobre los actuales límites de Anaka, les remitimos al Departamento de Medio Ambiente y Ordenación del territorio de Gipuzkoa en el que aparecen claramente marcado el territorio perteneciente al Barrio de Anaka en el plano de arriba.

 

Para hacernos idea de lo que Anaca ha representado, y representa, en Irun, vamos a ofrecer algunos datos referidos al censo de Irun y Anaka , ayer y  hoy.

Al finales del siglo XVIII tenía Irun 28757 habitantes,  de los cuales 1650 vivían en caseríos y1207 en edificios del casco.

En 1857, sobre un censo total de habitantes en Irun de 5.520,  el número de habitantes en Anaca era de 350, lo que suponía el 6,34% de la población de Irun.

Anaca era entonces el tercer barrio más poblado tras Bidasoa  con 960 vecinos,  y Ventas que contaba con 519.

En 1940 -conviene tener en cuenta que un año antes había terminado la guerra civil española- Anaca pasó a ser en barrio más habitado con 1985 vecinos, lo que suponía el 13,82 %  sobre un total de 14.368 personas censadas en Irun. Téngase en cuenta que el centro de Irun había quedado derruido.

Y llegamos a 2012. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, nuestro barrio contaba con 6682 habitantes, (3338 hombres y 3344 mujeres) lo que supone aproximadamente le 11% de la población de Irun, que tenía en esa fecha 61.239 habitantes.