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En su juventud fue jugador de balonmano del C.D. Bidasoa y aficionado al judo, llegando a la categoría de cinturón negro. Fue también miembro del Foro Ciudadano Irunés, donde se ocupó del área de urbanismo. Fue vicepresidente de la Asociación Pío Baroja, un grupo de ciudadanos, sin carácter político pero comprometidos con la sociedad, que pretendía impulsar el diálogo como valor fundamental y el debate como la forma de defender una idea, propiciando encuentros entre asociaciones populares, profesionales, agentes sociales y los ciudadanos. En ocasiones llevan a cabo una serie de iniciativas que llegan hasta donde los políticos no alcanzan. Alguien dijo que sus miembros eran "concejales en la sombra".
Actuando de moderador en los debates de la Asociación Pío Baroja
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