FERRETERÍA ESTOMBA

 

Cuentan que en cierta ocasión entró una clienta en la ferretería con una bombilla en la mano, preguntando si tenían alguna como la que ella llevaba.

Lo siento, señora”, respondió amablemente el dependiente, añadiendo poco después “Como esa no tenemos, vendemos nuevas, la suya está fundida…

Respuestas tan ocurrentes eran habituales en José Ramón Estomba, popularmente conocido como “Pistón” quien estuvo al frente de le ferretería que llevaba su nombre, tal y como puede apreciarse en el rótulo del escaparate en la foto que hemos tomado prestada del Archivo Municipal de Irun.  

 

 

Escaparate de la desaparecida Ferretería Estomba en la calle Uranzu

 

 

La ferretería Estomba se ubicaba la calle Uranzu. Separados por un portal, disponía de dos locales, uno dedicado a materiales de construcción y el otro a todo tipo de artículos, clavazón, tornillería y utensilios de labranza, en el que destacaban los incontables cajones de madera, rotulados con las siluetas de los productos que en su día contenían.

Un establecimiento en el que, además de los mencionados suministros habituales en ferretería, se vendían otros tan dispares como petardos y dinamita, todo ello con los correspondientes permisos oficiales.

La venta de cal viva, de uso muy habitual en los caseríos, era uno de los productos más demandados, pero su comercialización no estaba exenta de peligros. El propio José Ramón sufrió un accidente al caer de bruces en uno de los depósitos resultando milagrosamente ileso.

José Ramón Estomba Zapirain (Irun, 1943), tras terminar sus estudios en Lekaroz, de donde vino con el apodo de “Pistón”, tomó el relevo del negocio familiar que regentaban sus padres Tomás y Dominica. Allí estuvo durante 42 años hasta su cierre definitivo, de cuya fecha dice no acordarse.

 

Todo lo anterior lo hemos sabido a través del propio José Ramón, al que abordamos a la salida de uno de los ensayos del coro “Atzokoak” (1), del que forma parte.

Para terminar, otra más de las numerosas anécdotas contadas por J.R. con su envidiable sentido del humor:

La del señor que entró precipitadamente en la ferretería para comprar un cepo. “Rápido, por favor, que se me escapa el “Shanghai” (2).

La respuesta de José Ramón no se hizo esperar. “Lo siento señor, no tenemos cepos tan grandes…”.

 

 

(1)        El coro “Atzokoak” fue nominado en 2019, Cofrade de Honor de la Cofradía Anaka.

(2)        El popularmente conocido como “Shanghai” era un autobús que hacía el trayecto entre Behobia y Anaka, una de cuyas paradas se encontraba cerca de la ferretería.