En el barrio de Ventas, siguiendo la avenida Elizacho, en su lado derecho, en el cruce con la rotonda de la carretera del Molino.
Calle que lleva el nombre de la desaparecida fábrica que hubo en la zona.
La
Sociedad Porcelanas Bidasoa se creó con los capitales
aportados por Salvador Echeandía Gal y José María
Las instalaciones se construyeron en 1936, siendo destruidas durante la Guerra Civil. Finalizada la contienda fueron reconstruidas con el asesoramiento de técnicos franceses llegados desde Limoges (Francia), ciudad mundialmente conocida por sus fábricas de porcelana. Uno de los símbolos de la empresa, al menos para los iruneses, era la talla en arenisca de la Virgen del Juncal, que presidía la fachada de la fábrica. En 1940 entró a formar parte de la la Sociedad la La empresa Luso Española de Porcelanas S.A. Llegados a 1991 la competencia en el mercado iba en aumento, haciendo cada vez más difícil la subsistencia de la empresa llegando a una situación realmente preocupante.
Un proyecto que se frustró. No entraremos en detalles de cómo desaparecieron los últimos 116 puestos de trabajo que la empresa tenía en aquella fecha. En 2009, tras 75 años de actividad, Porcelanas Bidasoa tuvo que cerrar definitivamente. En 2011 se iniciaron los derribos dando lugar a la urbanización de viviendas que lleva su nombre.
La fábrica en 1961 (Foto: A.M.I.)
Vista interior de una de la secciones de la fábrica (Foto: A.M.I.)
Urbanización de la zona
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