En la zona de Mendibil. Desde la confluencia de las calles Almirante Arizmendi y Eloy Iglesias hasta la rotonda de la calle Juan de Albisu

Con el nombre de Nicolás Guerendiain encontramos dos  personajes pertenecientes a la misma familia, padre e hijo, si bien la calle está dedicada al primero de ellos.

Nicolás Guerendiain Aguinaga  nació en 1856. Procedía de una familia acomodada ya que su padre fue notario en Irun.

Desempeñó la alcaldía en repetidas ocasiones, en concreto desde 1889 a 1893, siendo el primer alcalde republicano que tuvo la ciudad. Fue diputado provincial en el bienio 1883-1885, secretario de la Diputación, ocupando así mismo la Vicepresidencia de la Comisión Provincial.

Durante su mandato como alcalde, en 1891, se estableció un servicio de tranvías tirados por caballos. Según el padrón de habitantes de 1889, vivía en el barrio de Behobia.

Combatió como voluntario contra las tropas carlistas en el intento de tomar nuestra ciudad. Contrajo matrimonio con Mercedes Salaberri, natural de Elizondo, con quien tuvo ocho descendientes, uno de ellos de nombre Nicolás, al que nos referiremos a continuación.  Falleció en el verano de 1899

En 1937, la calle sería sustituida por el nombre de un militar de los sublevados contra la IIª República, el Teniente Coronel Ortiz de Zárate. Curiosamente la calle no volvió a recuperar el nombre de Nicolás Guerendiain hasta 2014, a pesar de que en las primeras elecciones democráticas se encargó a una comisión el estudio de propuesta de nuevos cambios de calles para eliminar resos de personajes que hubieran tenido algo que ver con el ejército de Franco.

 Nicolás Guerendiain Salaberri (1900-1937) hijo, nació sin conocer a su padre, ocho meses después de su muerte. Abogado, fue nombrado Juez Municipal de Irun en agosto de 1.931.

También fue general del Alarde en el año 1936. No tuvo descendencia por verse envuelto en la guerra tras sus recientes nupcias con Soledad Iparraguire, hija del doctor D. Venancio Iparraguirre.

Nicolás, de carácter sencillo y jovial, fue un luchador incansable y siempre dispuesto a ayudar a sus semejantes.

Durante la Guerra Civil participó en la defensa de Irun y evitó las ejecuciones de algunos de los detenidos en el fuerte de Guadalupe si bien él fue detenido en Santoña y, tras ser conducido a Irun, fue fusilado en las canteras de Vera de Bidasoa

Montaje e información fotográfica: Agustín Morate Zulaika. Cofradía Anaka