La que va desde el cementerio de Blaia, pasando por  delante de las ruinas del castillo, hasta el cruce con la carretera de Behobia.

El nombre de la calle fue asignado, a propuesta de Luis de Uranzu Kultur Taldea, en el Pleno Municipal de fecha 30 de octubre de 1985.

Así se conoce en Irun al castillo que Fernando el Católico mando edificar, en 1512, en la colina que dominaba el paso del Bidasoa por Behobia, ante el temor de invasiones francesas.

Serapio Múgica apunta que en 1518 ya estaba erigido y que su alcaide era Gonzalo de la Torre,   aunque según datos de J.L. Tellechea Idígoras, en 1517 la tenencia del castillo estaba ya en manos de Miguel de Ambulodi.

El castillo, de forma triangular, tuvo una vida efímera. En la invasión francesa de 1521 sufrió varios daños. En 1539, de paso para Flandes, estuvieron en la fortaleza el Duque de Alba y el Emperador Carlos V, quien ordenó al Capitán General de Gipuzkoa, Sancho Leiva, que lo derribasen. Lo que hizo Leiva fue dinamitarlo.

Posteriormente  volvería ser fortificado por los capitanes Toribio Mateu y Juan de Párraga, instalando en sus muros siete cañones, pero el 9 de diciembre de 1719, el Duque de Berwick hizo volar lo que quedaba del castillo.

En 2023 las ruinas del castillo fueron objeto de una importantes restauración, puesta en valor y socialización del entorno.

Antigua imagen castillo con un caserío en su interior.

Foto: (Archivo Municipal de Irun).

Aspecto actual de las ruinas del castillo.

Foto: Harri Construcciones. Empresa que llevó a cabo la remodelación del castillo y su entorno.