EPISODIO 10
Por aquellos días, estamos a finales de junio de 1522, con el enemigo en la peña de Aldabe, se encuentran en Irun los capitanes Juan Pérez de Azcue y Miguel de Ambulodi, que están al mando de gente de Irun y villas limítrofes, viendo que el castillo podría caer en manos de los franceses, deciden marchar contra ellos, no sin antes informar a Beltrán de la Cueva. Los capitanes iruneses solicitan el apoyo de los soldados y hombres de armas que se encuentran en San Sebastián para su defensa. Ante la importancia de la empresa, Beltrán de la Cueva opta, decide no obstante, acudir en ayuda de los de Irun. Sale con parte de sus tropas desde Errenteria camino de Oiartzun, reuniendo a lo largo del camino más de mil infantes y ciento setenta y cinco jinetes. Gentes de la tierra que, al conocer los anuncios del ataque, han acogido la decisión con entusiasmo. Llegados a Oiartzun, De la Cueva reúne un nuevo consejo tras el cual marcha hacia Irun, haciendo una parada de reconocimiento entre el alto de Arretxe y el caserío Legarrea del barrio de Lapitze a los pies del monte Zubelzu. Allí se encuentran con un vecino de la zona llamado Pedro Burutaran, quien aconseja a De la Cueva que ascienda la montaña llevando atadas las lenguas de los caballos para evitar que sus relinchos sean oídos por el enemigo, indicándole además la ruta a seguir para llegar a la peña de Aldabe en la que los franceses se han hecho fuertes y poder caer por sorpresa sobre ellos.
Ejército Imperial. Infantería de ordenanza y capitanías provinciales. (Ilustración de Moreno Vallespín)
(Continuará…)
|