LA BATALLA DE SAN MARCIAL  Y EL PASO DEL BIDASOA   1813

 

CAPÍTULO 8

 

Con el fin de conocer el momento idóneo para cruzar el río, con el puente derruido, los franceses habían estudiado las mareas para utilizar los vados. Además, Soult había mandado traer de Bayona dos equipos de puente para usar uno en Biriatou y otro aguas abajo.

Intuyendo Wellington que el ataque francés se produciría por Irún, cubre todos los vados del bajo Bidasoa y dispone sus fuerzas para defender el acceso a San Sebastián desde la posición avanzada del monte San Marcial hasta Fuenterrabía.

Las fuerzas aliadas están al mando del general Manuel Freire, que dispone menos de 15.000 hombres, débiles, cansados y a falta de alimento, que dependen en gran parte de la generosidad de los habitantes de Irún y Fuenterrabía.

 

En la madrugada del 31 de agosto, todavía de noche, los contendientes se preparan en sus posiciones. Unos 18.000 soldados imperiales franceses, apoyados por numerosa artillería, se distribuyen en la ribera derecha del Bidasoa, indicando un ataque general por todos los puntos practicables de la línea.

Al otro lado del río, Freire organiza a sus hombres esperando un ataque frontal en las alturas de San Marcial, en cuyas vertientes escarpadas las tropas españolas han construido obras fortificadas en una línea que se extiende algo más de tres kilómetros entre Irún y Fuenterrabía.

Cuenta el general Freire en su parte oficial que “la posición era generalmente fuerte, pero la fijante de los fuegos y la espesura de los bosques a la falda del monte y sobre  las inmediaciones del río, presentaban desventajas de bien difícil remedio”.

 

 

 

 

Batalla de San Marcial.

(C.A. de San Sebastián, 1988).

 

 

(Continuará…)