CAPÍTULO 10
La derrota del 22 de junio en Tellatueta no desanima a Caro que desde Irun y Biriatu hace algunas tentativas para establecerse en algunos puestos de la orilla del Bidasoa. Quiere tener expedito el paso del río, para lo que ordena iniciar la construcción de un puente de barcas en Behobia que se utilizaría de día y retiraría de noche. Enterado Servan envía tropas para impedir la construcción del puente y finalmente destruyen las obras comenzadas. A pesar de los destrozos franceses el puente es terminado y Caro se ve de nuevo en condiciones de colocar sus puestos, amenazando Urruña y Saint Jean de Luz. Se inicia una lucha incesante pero sin resultados. Choques diarios y un inútil derramamiento de sangre que tenía como objetivo el no permitir que los beligerantes de uno y otro bando pudieran llevar sus respectivas fuerzas a zonas más importantes de guerra. En los primeros días de julio de produce un duro enfrentamiento dialéctico interno entre Ventura Caro y la Diputación de Guipúzcoa. El primero pretende que los voluntarios de los Tercios abandonaran el suelo guipuzcoano y le siguieran a tierra francesa. A ello se opone rotundamente la Diputación por considerarlo contrario al Fuero e insiste en que la gente voluntaria de los Tercios reunida en Irun solo ha de emplearse en la guerra defensiva sin salir de su territorio. No obstante, la Diputación, para no implicar a los Tercios en la propuesta de Caro, propone organizar la formación de un nuevo batallón de 750 hombres bajo el nombre de Voluntarios de Guipúzcoa. Al llamamiento para la recluta a los mozos solteros de Irun, Hondarribia y Oiartzun en la plazoleta del Juncal no acude voluntario alguno.
(Continuará…)
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