ARAQUISTAIN  

 

La mayoría de las panaderías de Irun fueron casi siempre empresas familiares. Desde antaño estos establecimientos fueron apreciados por su arte de amasar y hornear, esparciendo en su entorno aromas reconfortantes.

 

 

Acceso a la Panadería Araquistain, en la calle República Argentina.

(A la izquierda, separada por un portal la desaparecida librería Mayre)

Foto: Archivo Municipal de Irun.

 

Recondo (1887), Olazabal (1930), Aguirre (1931) fueron algunas de las pioneras, todas ellas trabajadas por las manos de varias generaciones.

En el siglo XX, las panaderías se encontraron con la competencia de los supermercados,  sin embargo, muchas resistieron, enfocándose en la calidad artesanal y en el servicio personal a sus clientes.

Una de ellas fue Araquistain, que se mantuvo hasta 1985.

En una de aquellas páginas que el periodista Mañu De la Puente alojaba en los suplementos locales de El Diario Vasco, encontramos los nombres de algunos de los repartidores a domicilio que tuvo la panadería: Antonio Martínez, Pilar, Mariano, Valentín y Julián Lanchas.

En la tienda todo eran dependientas: Pilar, Juli, Aurora y Juncal, además de Mertxe, la mujer de Julián Araquistain, hijo de Joxé, el patriarca. 

Su despacho principal estaba en el número 4 de la calle República Argentina.

Tras convertirse en Sociedad Anónima encontramos en el Registro,  como directora ejecutiva a Juncal Araquistain Calzacorta y formando parte del equipo los hermanos Julián y Tomás Araquistain Calzacorta, e Ignacio y  María Teresa Araquistain Vadillo.

 

Pan blanco, integral, de centeno, de masa madre, multicereales, baguette, chapata, sin gluten, son las ofertas de ahora.

En los años setenta la elección era mucho más sencilla: En Irun se podía optar tan solo por la barra normal, a 2,70 pesetas; y el pan español, que llevaba más harina, a 3,25 la unidad.

 

P.S.

Otra de las empresas familiares de panadería, fundada en Irun y que tenía su obrador ubicado en el barrio de Lapitze, era la de Erauskin. Sus cinco establecimientos, repartidos entre Irun y Hondarribia, cerraron definitivamente sus puertas en febrero de 2014.

 

 

 

Otras panaderías desaparecidas:

A la izquierda la de Aguirre en la Calle Mayor y Panificadora Recondo en la Avda. Iparralde.

(Fotos: Archivo Municipal de Irun).