EL ALARDE DE 1919

 

 

Durante la Primera Guerra Mundial, entre 1915 y 1918, no se celebró Alarde, a pesar de la neutralidad de nuestro país en el conflicto.

No se celebraron, sobre todo por respeto al país vecino que pasaba por unos dramáticos momentos de lucha contra el invasor.

 

 

Alarde en la plaza de San Juan. Año 1919

 

Finalizada la guerra, en 1919, el solo anuncio de la supresión definitiva del Alarde levantó en vilo a los iruneses.

Las dudas parecían surgidas desde el Ayuntamiento de mayoría republicana. Hubo quien sugirió incluso cambiar la fecha del Alarde al primer domingo posterior al 30 de junio

 

Tratando de encontrar alguna solución, un grupo de jóvenes intelectuales de nuestra ciudad, de importante peso social y económico,  tuvo la afortunada idea de fundar un periódico quincenal que titularon “El Alarde”, con el único propósito de restaurar el desfile.

Se dio la circunstancia de que al frente de la Comisión municipal se encontraba don Federico Garayalde, a la sazón 4º Teniente-Alcalde, quien con tacto no exento de entusiasmo, en una sesión a la que acudieron cuatro concejales y el Alcalde D. León Iruretagoyena, logró que se acordara autorizar a la Comisión de festejos para organizar nuestro tradicional Alarde.

 

 

Portada del ejemplar nº 1 de "El Alarde". Año 1919.

(Archivo Municipal de Irun).

 

El plan surgió efecto y afortunadamente el Alarde del año 1919 pudo llevarse a cabo el 30 de junio.

Uno de los actos más emotivos del día fue la invitación a los representantes municipales de Hendaya a la misa de campaña que se celebró en el monte San Marcial. Todo hace pensar que se hizo para evitar las críticas de aquellos que creían que la fiesta podía suponer un agravio para los vecinos franceses. Por el mismo motivo incluso se llegó a estudiar la posibilidad de eliminar las salvas…

 

Los promotores del periódico “El Alarde” se defendían de quienes les acusaban de estar tramando una maniobra política contra el partido republicano -envuelto durante esos años en una importante crisis- con la excusa de defender la celebración del Alarde.

El periódico tuvo una vida muy corta porque pronto el Ayuntamiento mostró su total disposición a seguir organizando el Alarde.

 

Según cuenta en una de sus crónicas el que fuera secretario del Ayuntamiento de Irun, Emilio Navas, la designación del general dio también origen a comentarios para todos los gustos.

Resultó elegido Eusebio Pedrós, quien ya había desempeñado el cargo en años anteriores.

 

 

Eusebio Pedrós general del Alarde en 1919. -  Batería de artillería. Años veinte.

(Archivo Municipal de Irun).