CAMINO REAL |
Desde el siglo XVI Gipuzkoa mostró tener una gran preocupación y un interés permanente por mantener en buen estado su red viaria por considerarlo una necesidad de primer orden en una provincia limítrofe con un país extranjero. Uno de los caminos principales, sin variación hasta el siglo XVIII, procedía de Álava y a través del paso de Behobia, entraba en tierras labortanas.
Una de las antiguas diligencias que transitaban por el camino Real.
Behobia se convirtió entonces en el punto de encuentro de las calzadas reales francesa y española en el tramo del trazado que llevaba hasta el barrio de Elizalde en Oiartzun.
El proyecto fue costeado íntegramente con los recursos guipuzcoanos y las obras se desarrollaron entre 1760 y 1779 siendo el tracista elegido el arquitecto guipuzcoano Francisco Ibero.
La nueva carretera tuvo una longitud total de 102 km. y costó a las arcas provinciales la suma de 4.475.708 reales de vellón. Era surcado carruajes tirados por mulas, concebidos como un servicio rápido de transporte de viajeros y diligencias que partían de la estación de postas de Irun.
En 1772 la Diputación prohibió la circulación de carros de llanta estrecha que deterioraban el camino. Había establecida una tasa por la utilización del vial, y en ocasiones los carruajes eran escoltados en su parte trasera por miqueletes para protegerlos de los bandidos.
Fuentes consultadas: Katalde e Irun.org |