Es evidente que el Alarde ha sufrido notables cambios en el transcurso del pasado siglo, no en su esencia pero sí en otros muchos detalles no menos importantes.

Hojeando algunos ejemplares del desaparecido semanario "El Bidasoa" sabemos que hubo un momento, hace ya muchos años, en el que algunos componentes del alarde  mostraban una actitud inadecuada, "dejándose llevar por la euforia que proporcionaba algunas copas de más".

Cuenta D. Emilio Navas en uno de sus apuntes como secretario municipal, que la creación en 1934 de la compañía de "Buenos Amigos", con cierta vinculación a la iglesia y que  tuvo una reconocida implantación en la vida social del momento, contribuyó notablemente a recuperar la buena imagen del alarde en años posteriores.

Mucho antes, en 1919,  los organizadores del Alarde de San Marcial ya habían intentado animar a la tropa a un buen comportamiento al tiempo que trataban de revitalizar el alarde que,  debido a la primera guerra mundial, había dejado de celebrarse los cuatro años anteriores.

 

 

 

Compañía del Barrio Anaka en la calle San Marcial.

Por el sombrero "canotier" que aparece en el ángulo  inferior derecho, se podría deducir que la foto está tomada  a comienzos de los años veinte.

 

Establecieron conceder un premio a la compañía que "mejor se presente, mejor se porte, tenga más marcialidad y haga con más precisión y exactitud los movimientos".

Y el premio fue para los representantes de Anaka.

Nada menos que 200 de aquellas pesetas que recayeron en la Compañía del Barrio  y que recogió el que fue su capitán aquel 30 de junio de 1919, D. Luis Rodríguez Rodríguez.

 

No nos hemos equivocado de fotografía. La que reproducimos a la izquierda corresponde a Luis Rodríguez, ataviado como general del Alarde en 1947 (ya lo había sido anteriormente en 1913 a la edad de 27 años).

Desconocemos las circunstancias que llevaron al bueno de Don  Luis a capitanear la Compañía del Barrio de Anaka, pero lo que sí sabemos, por los datos que hemos consultado de años posteriores,   que Anaka  estuvo casi siempre muy mermada de efectivos en aquellos años, teniendo que pedir "refuerzos" a la compañía del Barrio de Jaizubia en repetidas ocasiones, devolviéndoles el favor cada 8 de septiembre. Se sabe que las cantineras de ambas compañías llegaron incluso a compartir traje.

 

Sin lugar a dudas lo que le llevó al Sr. Rodríguez a tan sabia decisión fue su amor por el Alarde. Por la hoja de servicios que él mismo presentó al Ayuntamiento en 1967, hemos sabido de los diferentes puestos que ocupó en el alarde desde 1901: soldado de las compañías Bidasoa y Anaka, músico de la Banda, ayudante de caballería, comandante, hachero y, como hemos apuntado anteriormente, general en 1913 y 1947..

 

A la derecha, Dolores Peña, cantinera de la Compañía del Barrio Anaka en 1919.