En el polígono Arretxe-Ugalde, paralela a la calle Auzolan


Meatzari significa "minero". Meatze es "mina" y el sufijo -ari/-lari le da el significado del que hace esa acción relacionada con el nombre.

La actividad minera en Irun se remonta a la época romana. Ya entonces se utilizaban los minerales que proporcionaba Aiako Harria, como hierro, plata o zinc. En la Edad Media, se dedicaron principalmente a la extracción del hierro con el fin de alimentar las ferrerías del Bidasoa. Una de las más importantes es la Ferrería de Ola del siglo XVIII, conocida como 'Arantzateko Burniola', ubicada en el barrio de Meaka, y que hoy es la sidrería Ola.

En el siglo XX, la producción minera de Irun llegó a sus más altas cotas.

De las minas de Aitzondo, Besakitz, Meagorri y Meazuri se extraía el carbonato de hierro y, a través de vagonetas que circulaban sobre vías de ferrocarril, se enviaba a los hornos de Irugurutzeta, también en el barrio de Meaka, para ser calcinado y transformado.

Unas 400 personas trabajaban en aquel proceso.

En 1937, los hornos de Irugurutzeta fueron apropiados por los alemanes y en 1944, en plena II Guerra Mundial, dejaron de funcionar. Desde entonces no han vuelto a ponerse en marcha.

Debidamente restaurados, hoy forman parte del patrimonio cultural irunés y pueden ser visitados.

 


 

Mineros vascos a finales del siglo XIX. (Foto: Meatzaritzaren Museoa Fundazioa)


 

Erroari

Zubeltzu


Imagen de una fotografía fechada en 1913, observable en el alojamiento rural Palacio San Narciso, donde aparece la mina en pleno funcionamiento (Fot. Cosme Pérez-Puig, 2015)


 

 

Dos imágenes de los hornos de calcinación de  mineral de Irugurutzeta


 


 

 

Montaje e información fotográfica: Agustín Morate Zulaika.

Cofradía Anaka